Thelmita llegó un jueves por la noche y se fue el sábado a medio día. Tiempo breve pero intenso en el que se unió a la fiesta latina de mis compañeros, me ayudó con la presentación para mi discurso y disfrutó una noche de marcha madrileña.
Dirk llamó la madrugada del sábado para dar la noticia. Y es cierto, nunca estamos preparados para la muerte de los que amamos. Así, el viaje a Andalucía se nos quedó en el tintero. Pero no importa tanto eso, sino lo mucho que nos ayudó a ambas vernos, charlar como si el tiempo no hubiera pasado, como si se hubiera ido de México apenas ayer.
Y sí, como dijo Perlita, vernos fue estar juntas las cuatro. Cobijadas por los abrigos de Gaby, comiendo la alegría que mandó Perlita. Volveremos a vernos, en un continente o en otro. Las fronteras no existen para quienes amamos.